Capgrass ~ Monitor InteriorMonitor Interior

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viernes, 25 de julio de 2008

Capgrass



-Sólo quiero que me dejen en paz-

En posición fetal, en un rincón de la casa, Washington no cesaba de gritar cuando la policía ingresó derribando la puerta.

20 minutos antes…

-Buen día cariño-

El brinco fue tan grande que salió de la cama de un solo movimiento.

-Quién sos?- increpó agitado –dónde está mi esposa? Qué hicieron con ella?- fustigó con ojos desorbitados.

-Tranquilo, soy yo. Todo está bien… tranquilo…- Sheila parecía acostumbrada a la situación, pero algo estaba fuera de control y él no confiaba en la mujer que intentaba apaciguar la tensión. Cuando quiso abrazarlo, Washington salió corriendo por el pasillo que intercomunica los dormitorios, ingresó como una tromba en la pieza de los niños. Los despertó con el portazo.
Los abrazó demasiado fuerte y los miró.
Quedó paralizado, observando sus rostros y los soltó de repente, provocando la caída de Aaron y el llanto de Grisel:

-Dónde están mis hijos? Qué clase de broma es esta?-

Despertar en un lugar desconocido, con gente que simula ser su familia lo inquietó al extremo. En slip y camiseta atravesó la casa hasta la cocina. La mujer lo seguía y cuando el tropezó ella cayó sobre su cuerpo, complicando aún más la confusa situación.

-Quiero a mi familia de vuelta ya!- gritó tan fuerte que alertó a los vecinos.
-Tienen 10 segundos para liberarla- La cuenta regresiva era enmudecida por las explicaciones de la mujer, por los llantos de los niños, por el golpeteo en la puerta y las sirenas que se acercaban..

4… 3… 2… 1…

El silencio llegó oscureciendo la habitación. Washington volvió al dormitorio dejando sus huellas en rojo, tomó un portarretratos y lloró.


-Síndrome de Capgrass- explicó el médico durante el juicio –También es conocido como ilusión de sosías, es una alteración en la que el paciente, generalmente esquizofrénico, no reconoce a sus amigos o a su cónyuge como tales sino que piensa que son dobles de dichas personas.-

El juez dictó una sentencia de 20 años, pero continuó en el neuropsiquiátrico mucho tiempo más repitiendo: -Sólo quiero que me dejen en paz-

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