Ah... esta patria florida de la cual hoy, miles de jóvenes se fueron, se van o se quieren ir, en busca de lo mismo que aquellos gringos construyeron acá para dejarnos un futuro que... quien sabrá donde está el «ladrón que nos ha robado la ilusión del corazón».
Unos pocos de nosotros tenemos la posibilidad de viajar tan siquiera a Uruguay, a cualquier parte fuera de aquí, lejos de los problemas, de los teléfonos que no funcionan, de las largas colas para todo, lejos, lejos.
Todo parece estar bien hasta que volvés, cuando volvés, cuando llegás al puerto o al aeropuerto, «se te pianta un lagrimón» y comienzan los recuerdos... y sentís otra vez ese olor, ese olor a... a tantas cosas! Y las luces de nuestra Buenos Aires siempre despierta, aquel «cafetín que de chiquitín miraba de afuera», el Luna Park, Florida, Lavalle, Corrientes, 9 de Julio, el Obelisco, San Juan y Boedo antiguo, « Pompeya y más allá la inundación». Volvemos con la frente marchita. Los sueños, las esperanzas y los gauchos de Boedo, el fútbol, los chicos del barrio en el bar de la esquina, «mire que es lindo mi país paisano» Mi tierra, mi Patria, mis colores, mis olores... Buenos Aires y yo.