Sólo cerrar los ojos y seguirla, ella te guiará. Silencio. ¿Escuchás la música?, cuando de el doceavo golpe el telón caerá, sólo esta noche podremos ver su cara, esta noche los espíritus saldrán; ‘unamos nuestros cuerpos y ahuyentemos la muerte’ diría Morrison.
El altar de sacrificio cubierto de seda, ella nos estará mirando, ella será parte del ritual.
Saber elegir. Tener el control, sólo un camino podemos tomar. Por el de la derecha... están “los amigos”, tomaremos el de la izquierda así podremos apreciar como el mundo se derrumba a nuestro lado sin poder siquiera fisurar el nuestro.
El camino es sinuoso, pero estamos por llega, en la cabeza nos espera el maestro, él me dará el poder de volar a la Luna y te llevaré conmigo, allí nadie nos molestará. En aquel lugar no hay amigos, no hay muerte, ni guerras. Allá yo soy la víbora y vos el camino.