Argentina, tierra de gauchos, esperanzas y sueños; tierra a la cual llegaron miles de europeos, los primeros en busca de oro y sangre, los demás en busca de mejores pasares y tal vez fueron abuelos o bisabuelos de alguno de nosotros...
Ah... esta patria florida de la cual hoy, miles de jóvenes se fueron, se van o se quieren ir, en busca de lo mismo que aquellos gringos construyeron acá para dejarnos un futuro que... quien sabrá donde está el «ladrón que nos ha robado la ilusión del corazón».
Unos pocos de nosotros tenemos la posibilidad de viajar tan siquiera a Uruguay, a cualquier parte fuera de aquí, lejos de los problemas, de los teléfonos que no funcionan, de las largas colas para todo, lejos, lejos.
Todo parece estar bien hasta que volvés, cuando volvés, cuando llegás al puerto o al aeropuerto, «se te pianta un lagrimón» y comienzan los recuerdos... y sentís otra vez ese olor, ese olor a... a tantas cosas! Y las luces de nuestra Buenos Aires siempre despierta, aquel «cafetín que de chiquitín miraba de afuera», el Luna Park, Florida, Lavalle, Corrientes, 9 de Julio, el Obelisco, San Juan y Boedo antiguo, « Pompeya y más allá la inundación». Volvemos con la frente marchita. Los sueños, las esperanzas y los gauchos de Boedo, el fútbol, los chicos del barrio en el bar de la esquina, «mire que es lindo mi país paisano» Mi tierra, mi Patria, mis colores, mis olores... Buenos Aires y yo.
18 de noviembre: Volver a la caverna
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Originalmente publicado en El Diario del Centro del País, página 2 de la
edición 18/11/2017
*Escribe: Marcelo J. Silvera @MarceloJSilvera *
En la Alego...
Hace 7 años.
2 comentarios:
MUY BUENO EL BLOG, DE A POCO VAMOS LEYENDO TODO... ABRAZOS SOLIDARIOS
Te morías por volver con la frente marchita cantaba Gardel
y entre citas de Borges Evita bailaba con Freud,
ya llovió desde aquel chaparrón hasta hoy...
No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió
mándame una postal de San Telmo, adiós cuídate
y sonó entre tú y yo el silbato del tren...
Buenos Aires es como contabas, hoy fui a pasear...
Espero andes bien, espero leas esto...
san telmo ha perdido algunas cosas, pero la escencia sigue estando...(yo, sentada en plaza dorrego, en esas paresitas que la bordean albergando a las personas como nosotros que prefieren dejarles las mesas a los turistas, mirando de reojo los movimientos de las palomas que no dudan en saltar sobre la gente que está comiendo para arrebatar algunas migas). La noche está llena de gente, la gente está llena de noche.
Los bares, atestados de diversas lenguas, se olvidan de nosotros...y yo, que en poco, empezaré a tropezarme con los adoquines.
Mi postal de San Telmo.
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